Denominamos a una enfermedad como una patología, por lo que con parapsicología nos referimos a una enfermedad mental.
Anteriormente, las personas que una enfermedad mental eran tratadas como un resultado de influencias oscuras, del mal o del pecado. A partir de finales del sigo XIX se empezó a considerar que estas personas en realidad eran enfermos y que había algunas causas que explicaban su estado y que existía una terapia que podía curar su situación.
Podríamos definir enfermedad mental como alteración de tipo emocional o de su comportamiento, en el que afectan a los procesos psicológicos básico como por ejemplo, la motivación la conciencia, el aprendizaje, etc. Esto dificulta a estas personas a la adaptación en el entorno cultural y social donde se encuentra y le supone un mal estar.
No existe una clara diferencia entre el límite salud y enfermedad mental, ya que son un continuo en el cual se reflejan diferentes niveles de bienestar o deterioro psicológico.
Existen muchos tópicos sobre enfermedades mentales, pero también existen algunas afirmaciones que intentan desmentirlos.
- No significa que exista una menor capacidad mental.
- No es mortal.
- No es una culpa ni un castigo
- No es siempre permanente en la vida de un individuo cuando ya ha sido adquirida.
Una de las dificultades que existe al definir una parapsicología son los criterios en que se basa un diagnóstico, usados para medir con precisión cuándo termina la conducta "sana" y empieza la conducta patológica.
En ésta página se puede encontrar más desarrollado el concepto de psicopatología:
Podemos encontrar las siguientes causas de enfermedad mental:
- Causas fisiológicas: alteraciones en la química del cerebro o lesiones cerebrales. Esto puede ser dado por el consumo de sustancias, accidentes, o simplemente a una enfermedad física.
- Predisposición genética hereditaria: se ha comprobado que en una misma familia existe una repetición de la misma enfermedad.
- Factores sociales, ambientales, culturales o educativos: en éste caso la enfermedad no tiene nada que ver con la genética. Se trata de influencias adquiridas durante la educación, el entorno cultural, amistades, etc.